Gay Lynn Fox 

Muchas gracias a la Universidad de Duke y a la Sociedad Estadounidense de Trasplantes y Terapia Celular por ayudarnos a compartir la historia de Gay Lynn.  

Si bien 2020 fue un año difícil para la mayoría de nosotros, para Gay Lynn Fox parecía especialmente sombrío. Cuando comenzó 2020, esta devota madre, ex maestra y querida amiga ya había pasado cinco años luchando contra el linfoma difuso de células B grandes (DLBCL).

En 2015, mientras llevaba a su hijo mayor a la universidad, descubrió lo que al principio parecía un bulto inocuo en la parte posterior de la pierna. Después de un rápido diagnóstico de linfoma y seis ciclos de quimioterapia, Gay Lynn salió de la remisión. Decidió viajar desde su hogar, en las montañas Blue Ridge de Carolina del Norte, al Centro de Cáncer MD Anderson, en Houston, para un trasplante de células madre.  

Las nueve semanas agotadoras que pasó en Houston se vieron aligeradas por el cuidado devoto de su esposo y por las visitas de familiares y amigos, incluidos sus dos hijos, que eran estudiantes en la Universidad Estatal de Mississippi en ese momento. Gay Lynn recuerda: "Salieron juntos para verme". También se sintió animada por una avalancha de mensajes amorosos de todas partes.

“Todas esas cosas que pueden parecer pequeñas para la persona que las da son enormes para el paciente”, dice Gay Lynn. “Incluso recibir un mensaje de texto o un correo electrónico te da una línea de esperanza… un soplo de aire fresco, como si alguien abriera una ventana”. Después del tratamiento en Houston, Gay Lynn regresó a casa llena de esperanza.   

Luego, a principios de 2020, todo se vino abajo. Su tomografía por emisión de positrones un año después del trasplante reveló una recurrencia del linfoma justo cuando, como describe Gay Lynn, “este extraño virus estaba emergiendo”. Dado el peligro de viajar durante el brote de COVID-19, Gay Lynn eligió continuar el tratamiento más cerca de casa en el Centro Médico Duke en Durham, NC. 

En Duke, los médicos creían que su mejor opción de tratamiento, y tal vez la última, era la terapia de células CAR T. Para comprender completamente la terapia de células CAR T, es útil comprender qué son y qué hacen las células T. Las células T son una parte integral del sistema inmunológico. Brindan protección contra infecciones y ayudan a combatir el cáncer. Gay Lynn compara la terapia de células CAR T con un trasplante de células madre: "En lugar de extraer las células madre, extraen las células T. Luego, en el laboratorio, esas células T se modifican para combatir el cáncer cuando regresan a su cuerpo”. Haga clic aquí para conocer más sobre la Terapia de Células CAR T.

Para Gay Lynn, la terapia de células CAR T difería de su trasplante de células madre en dos formas clave. En primer lugar, su sistema inmunitario no estaba tan gravemente suprimido y, por lo tanto, se preocupaba menos por las infecciones oportunistas. En segundo lugar, sus médicos dijeron que tuvo una "respuesta completa" a la terapia de células CAR T. Gay Lynn describe su emoción al escuchar este término, que entendió que significaba que no le quedaba cáncer.

La terapia de células CAR T tiene algunos efectos secundarios graves, incluido el riesgo de complicaciones neurológicas. El equipo médico de Gay Lynn en Duke, dirigido por el Dr. Matt McKinney, la preparó para un lapso de memoria y autoidentificación potencialmente aterrador que podría durar varios días.

De hecho, mientras jugaba a las cartas con su esposo en su habitación del hospital aproximadamente una semana después de la infusión de células CAR T, Gay Lynn se encontró pensando: "Tengo que parar, me estoy cansando". Tres días después, ella “volvió en sí”. Como recuerda Gay Lynn, “Para mi esposo fue muy duro, la mujer que conocía no estaba allí. Aún así, le dijeron que volvería, y lo hice (¡sin ningún recuerdo de haberme ido!)”. 

El equipo médico de Gay Lynn midió en parte su recuperación neurológica pidiéndole que escribiera oraciones simples, como “Soy Gay Lynn Fox. Estoy en el Hospital de la Universidad de Duke. Hoy es…” Durante un tiempo, Gay Lynn no pudo escribir con fluidez y, como recuerda, “¡Desaparecieron por completo los días 17 a 19 después de la terapia de células CAR T!” Esto fue especialmente frustrante para ella.

"¡Soy una maestra! Me molestaba que no pudiera escribir. Así que me esforcé y practiqué durante el día. Las enfermeras decían: '¡Nunca hemos visto a nadie hacer esto!'". Eventualmente, como recuerda Gay Lynn, "Mis problemas neurológicos se resolvieron por completo, como prometí". 

Una vez que recuperó su memoria, Gay Lynn fue dada de alta para recibir atención ambulatoria continua, justo cuando la pandemia estaba llegando a su punto máximo. Como ella recuerda, “El personal de Duke hizo un esfuerzo adicional para mantener seguros a sus pacientes”. Duke hizo arreglos para que las enfermeras de oncología y trasplantes actuaran como enfermeras de salud en el hogar, haciendo pruebas de laboratorio y examinando pacientes directamente en el Residence Inn en Durham.  

Cuando Gay Lynn finalmente pudo regresar a su propia casa en las hermosas montañas Blue Ridge, poco antes de Navidad, les esperaba una sorpresa a ella y a su esposo. “¡Mis amigos habían puesto luces en nuestro patio y guirnaldas en nuestras puertas!” Gay Lynn resume la alegría de ese momento: "Para nosotros, 2020 fue el año en que vencí al cáncer con la terapia CAR-T. Es extraño decirlo, pero 2020 fue un muy buen año para la familia Fox”.

Entre los muchos dones que la sostuvieron durante 2020 y más allá, Gay Lynn cuenta su fe y la extraordinaria generosidad de la familia de su iglesia. “Han sido fundamentales para nuestra paz y resistencia”, dice ella. 

Desde 2020, la felicidad de la familia Fox ha seguido creciendo. Su hijo menor se casará este verano y su hijo mayor disfruta de una nueva carrera en el Departamento de Justicia. En cuanto a Gay Lynn, cuando se le preguntó cómo se siente a principios de 2023, su respuesta lo dice todo: “Hoy me reuní con amigos para almorzar, hice mandados y estoy llena de energía. Estoy muy agradecida."

Un centro líder de atención clínica, educación médica e investigación biomédica, el Hospital de la Universidad de Duke se clasifica constantemente entre las principales instituciones de atención médica de la nación. Los pacientes se benefician directamente del liderazgo de Duke en la investigación del cáncer, gracias a un enfoque "de la silla a la cama" que se enfoca en hacer que las nuevas terapias prometedoras estén rápidamente disponibles para quienes más las necesitan. Bajo el liderazgo de Nelson Chao, MD, Duke se ha ganado el reconocimiento nacional y mundial por sus innovaciones en el trasplante de sangre y médula.   

La Sociedad Estadounidense de Trasplante y Terapia Celular (ASTCT, por su sigla en inglés), anteriormente conocida como Sociedad Estadounidense de Trasplante de Sangre y Médula Ósea, es una sociedad profesional de más de 2200 profesionales de la salud y científicos de más de 45 países que se dedican a mejorar la aplicación y el éxito de trasplante de sangre y médula y terapias celulares relacionadas. ASTCT se esfuerza por ser la organización líder que promueve la investigación, la educación y la práctica clínica para brindar la mejor atención integral al paciente. 

Autor de las Fotos: Will Thomas Ashville, NC forgemountainphoto.com